André el Gigante, nacido como André Roussimoff, fue una figura descomunal en el mundo de la lucha libre profesional durante la década de 1980. Conocido por su imponente estatura y su carisma inigualable, se convirtió en Campeón Mundial Peso Pesado de la WWF, ganó el Campeonato en Parejas y se enfrentó memorablemente a Hulk Hogan. Trágicamente, André falleció en 1993 a la edad de 46 años debido a una insuficiencia cardíaca congestiva, dejando atrás a su única hija, Robin Christensen-Roussimoff. Si bien Robin siguió los pasos de su padre como luchadora, nunca alcanzó el mismo nivel de fama. Su vida personal, incluido su estado civil, se ha mantenido en gran medida privada.

Para 2018, el patrimonio neto de Robin se estimaba en $100,000. A pesar del estatus legendario de su padre, los dos compartieron una relación distante. En un documental de 2018, Robin reveló que rara vez veía a André durante su vida y que solo se enteró de su muerte un mes después de que ocurriera, a través de un mensaje que dejó su abogado en su contestador automático. A pesar de su tensa conexión, André se aseguró de que Robin heredara su considerable fortuna y propiedades, dejándola con un legado duradero del hombre que fue tanto un icono de la lucha libre como su padre.

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