¡Toma mi dinero y déjame en paz!
Un cangrejo con un rollo de billetes en la pinza, o al menos eso parece, en plena playa. La escena clama por un trato turbio.
Quizás está sobornando a un socorrista, quizás se está comprando el camino de vuelta al mar. Sea como sea, es genial y absurdo. El próximo éxito de crímenes reales: Crimen de cangrejos: El escándalo del dólar de arena.
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