Como hija de Debbie Reynolds y Eddie Fisher, Carrie Fisher estaba en una posición privilegiada para dejar un legado en la industria de Hollywood. Además de su carrera como actriz, también fue una escritora talentosa, creando obras como “Hook” y “Wishful Drinking”.
Dejó una huella imborrable como la Princesa Leia en la película de ciencia ficción “Star Wars: Episodio IV – Una nueva esperanza” junto a Harrison Ford y Mark Hamill. Antes de ser elegida para el papel, Fisher tuvo que perder 4.5 kilos (10 libras). Por su papel en Star Wars, también fue nominada cuatro veces al Premio Saturno.