El abrumador remordimiento de Julian

Las palabras de Julian temblaron al enfrentarse al peso de sus errores. “Estaba tan equivocado”, admitió, su voz quebrándose con la crudeza de su arrepentimiento. La enormidad de los años que había perdido y el dolor que había causado lo golpearon como un maremoto, dejándolo sin aliento. Ahora se dio cuenta de lo profundamente que su ausencia había afectado no solo a Elara, sino a toda su familia.

“Lo siento”, sollozó, su corazón pesado con la carga de sus decisiones pasadas. La mirada de Elara se suavizó al mirarlo, sus ojos llenos de una mezcla de tristeza y algo más, algo que Julian no había visto en mucho tiempo: un atisbo de esperanza. Era pequeño, casi imperceptible, pero estaba allí. Por primera vez en una década, Julian sintió la posibilidad de curarse, de empezar de nuevo.

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