¡Os presento a Argiro, este perrete local (que en realidad es una foca) al que le flipa tanto tomar el sol que se ha hecho famoso! Ha pillado cacho de una tumbona playera como si fuera suya, y a la peña del pueblo le mola tanto que le han puesto una cuerda alrededor para que nadie la use.

Imagínate: te echas una siesta en la playa y te despiertas con una foca al lado, ahí to’ chill, mirándote como diciendo: “¿Qué pasa, flipao?” ¡Si no le haces una foto, nadie se lo cree! Argiro demuestra una vez más que los animales saben disfrutar de la vida, ¡y bien!

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